VIDA VIVA
Por: Julio A. Guerrieri
El 20 de julio de 1969 los astronautas de la misión Apolo 11
corroboraron como era de esperarse que la Luna era árida, polvorienta, caliente
a la luz del Sol y completamente seca. Pero las cosas han cambiado desde
entonces. El agua es el diluyente universal para todo tipo de compuesto
químico. Y si este compuesto contiene carbono, mejor, porque los componentes
pueden combinarse de muchas y variadas formas dando lugar a compuestos cada vez
más complejos y promoviendo el escenario para el nacimiento de la vida. Claro
que el agua debe estar en estado líquido para realizar estas complejidades. En
estado sólido los compuestos no pueden combinarse y a altas temperaturas el
vapor de agua es demasiado caliente y termina disociando a las moléculas. La
Tierra es el lugar ideal porque a esta distancia del Sol la mayor parte del
agua permanece líquida. Pero a la misma distancia de la Tierra pueden existir
cometas con grandes cargas de agua, entre otras cosas, que también pueden
originar el proceso de la vida. Hoy día, con los progresos tecnológicos de una
gran cantidad de sondas y sensores a bordo de ellas, hemos podido detectar agua
líquida en muchos otros lugares. En la misma Luna, en el fondo de sus cráteres
polares podemos hallar buenas cantidades de agua congelada que permanece allí
en una noche eterna dejada por el choque de cometas contra la superficie hace
millones de años y alejada de la luz solar. Increíblemente, en el planeta
Mercurio ocurre lo mismo. Marte es un caso especial. El planeta rojo arrancó su
existencia con un mar que abarcaba casi toda su superficie, aunque no muy
profundo, pero que se sospecha albergó vida microbiana en aquellos tiempos. En
la actualidad, el agua en Marte está en los polos y existe alguna evidencia de
agua debajo de su superficie. Pero en la actualidad, las reinas del espectáculo hídrico
son las lunas de los planetas gaseosos. Es en ellas donde la posibilidad de
encontrar vida se robustece día a día. Cada vez son más las que aparecen no
solo con presencia de agua, sino con la existencia de verdaderos océanos. Cada
vez son más grandes las expectativas para el gran descubrimiento, para saber
que no somos los únicos, para encarar después la búsqueda de otras
inteligencias y saber por fin que no estamos solos. Por ahora conformémonos con
saber que donde hay agua, puede haber vida.
Bienvenidos al 207º programa de EL TERCER PLANETA
Y gracias por estar.
TITULARES
Referencias:
EM = Es Materia – NCYT = Noticia de la Ciencia y
la Tecnología – BBCM = BBC Mundo – NEO = Neofronteras – CO =
Conicet – CAD = Ciencia al Dia – ETN = Eso Top News – OBS
= Observatorio – CX = Ciencia
Xataka – CN = Cosmos Noticias - MNP = Martín Navarro París
(Corresponsalia de El Tercer Planeta) - RTSM= RT Sepa Mas.
Una microesfera de titanio que fue atrapada en un recogedor
de muestras durante un vuelo estratosférico constituye un buen ejemplo de lo
poco que se ha investigado la presencia de microorganismos y otro material
biológico a gran altitud en la atmósfera, pero también ha generado ardientes
controversias en torno al posible origen extraterrestre de parte de los restos
biológicos de esa microesfera de titanio. Los autores principales del estudio
en el que se ha llegado a la conclusión de la posible naturaleza alienígena de
parte de ese material son dos profesores universitarios bien conocidos desde
hace años por nadar a contracorriente de la inmensa mayoría de la comunidad
científica y por emitir hipótesis a menudo tachadas de disparatadas por sus
muchos detractores.
El vuelo de un globo científico en julio de 2013 a una
altitud de entre 22 y 27 kilómetros por encima de Wakefield, West Yorkshire,
Reino Unido, permitió la recogida de varios tipos de microorganismos, algunos
de los cuales llevaron aparentemente a la formación de microcráteres por estar
volando a una velocidad elevadísima. El globo, diseñado por Chris Rose y Alex
Baker de la Universidad de Sheffield en el Reino Unido, fue lanzado cerca de
Chester y transportó un dispositivo especial para recogida de muestras, que
solo fue expuesto a la atmósfera cuando el globo alcanzó las citadas altitudes
de entre 22 y 27 kilómetros. El globo aterrizó sin problemas e intacto cerca de
Wakefield. Los científicos descubrieron después que habían capturado restos
biológicos, incluyendo un fragmento de alga diatomea, procedente de la
estratosfera, todos los cuales consideran que son demasiado grandes para
provenir de la superficie de la Tierra. El trabajo experimental se realizó en
la Universidad de Sheffield. En un caso, que es el más llamativo de todos, una esfera de
30 micrómetros de diámetro fue aislada y su análisis indica que en sus capas
más exteriores está hecha mayormente de titanio (con pequeñas cantidades de
vanadio). Se constató que la esfera de titanio contiene un material que los
autores principales del estudio, Milton Wainwright, profesor en la Universidad
de Sheffield, y Chandra Wickramasinghe, profesor en la Universidad de
Buckingham en el Reino Unido, así como director del Centro de Astrobiología de
esta universidad, creen que es de origen biológico. La alta velocidad aparente
con la que la partícula se incrustó en el recogedor de muestras parece demostrar
que no estaba flotando en el aire, levantada desde la superficie de la Tierra
por la fuerza del viento u otras y arrastrada luego por las corrientes de aire,
sino que procedía del espacio.(Seguir Leyendo)
Equinoccios y Solsticios
Fuente: Cientec
Las auroras de Ganímedes sugieren que tiene un océano
subterráneo
El telescopio espacial Hubble de la NASA ha encontrado la
mejor evidencia hasta la fecha de la existencia de un océano de agua salada
bajo la corteza de Ganímedes, la luna más grande de Júpiter. Este océano
subterráneo podría tener más agua que toda la que hay en la superficie de la
Tierra, según los cálculos de los científicos. El descubrimiento se ha
efectuado al observar el movimiento balanceado de los dos auroras del satélite,
con las que se pudo determinar que existe una gran cantidad de agua salada bajo
su superficie y que está afectando también a su campo magnético.(Seguir Leyendo)
¿Océanos subterráneos unos bajo otros en Ganímedes?
Ya hace tiempo que se sospecha que Ganímedes, satélite de
Júpiter y la luna más grande del sistema solar, tiene en su subsuelo un inmenso
mar de agua líquida, como Europa, otra luna de Júpiter. Hasta ahora, se creía
que el mar de Ganímedes estaría encapsulado entre tan solo dos capas de hielo,
una arriba y otra en el fondo. Sin embargo, investigaciones recientes apuntan a
que puede haber no uno, sino varios océanos en Ganímedes. Y, lo más asombroso,
estos mares distintos lo serían no necesariamente por estar situados en
latitudes y longitudes distintas, sino por estar a profundidades diferentes. En
otras palabras, Ganímedes podría tener mantos de hielo y mares apilados en
varias capas alternadas, como un sándwich de múltiples rebanadas de pan en vez
de solo dos. (Seguir Leyendo)
Similitudes llamativas entre la geología de Ganímedes y la
de la Tierra
Los procesos que dieron forma a las elevaciones y
depresiones en la superficie de la luna helada Ganímedes de Júpiter parecen ser
similares a procesos tectónicos vistos en la Tierra. Ésta es la conclusión a la
que ha llegado un equipo de especialistas del Instituto de Investigación del
Sudoeste (SwRI) en San Antonio de Texas, el Wheaton College en Illinois, el
Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California, y
la empresa NuStar Energy LP, con sede en San Antonio de Texas, todas estas
entidades en Estados Unidos. Para llegar a esta conclusión, el equipo de
Danielle Wyrick, del SwRI, sometió modelos físicos hechos de arcilla a fuerzas
de estiramiento que simulan la acción tectónica.(Seguir Leyendo)
"LA NUBE DE LA VIDA" de Fred Hoyle y Chandra
Wikramasinghe, Colección Crítica, Editorial GriJalbo, 214 págs.
En el año 1978, el célebre Astrónomo británico Fred Hoyle
junto a, en ese entonces su discípulo directo, Chandra Wikramasinghe
presentaron el desarrollo completo de la controvertida Teoría de la Panspermia
a través de esta obra. Hoyle, haciendo gala de sus dotes de escritor de cuentos
de Ciencia Ficción rama que pocos conocían entonces, lleva al lector a través
de un interesante camino de narración desde el origen del Sistema Solar,
pasando por la formación de los planetas y el desarrollo de las condiciones
iniciales necesarias para la aparición de la vida.
Es aquí donde los autores
comienzan con el modelo de la Panspermia. Un capítulo dedicado a la célula nos
recuerda a los manuales de nuestra secundaria pero narrado con interés y
emoción. Otro capítulo interesante se presenta cuando se muestran las moléculas
halladas flotando en el espacio y otras encontradas de las cuales se dudaba de
su existencia por la complejidad de las mismas. El estudio de las Condritas
Carbonosas aporta un fuerte argumento en favor del modelo. En pocas palabras,
la Panspermia propone el origen de la vida en el espacio exterior, tema que al
día de hoy es discutido en favor y en contra en los círculos científicos. La
obra de Hoyle y su colega, que en la actualidad continúa con experimentos para
tratar de afianzar la teoría, es un libro imprescindible hoy a la luz de los
nuevos argumentos en favor de la Panspermia que aparecieron por estos días en
un congreso europeo. Excelente. JG
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