EL MAGNETISMO PERSISTE
Por: Julio A. Guerrieri
Las galaxias espirales son
hermosas. No hay dos iguales en todo el Universo a pesar de que todas tienen
una forma similar: núcleo central y brazos azules que giran en sentido de
enrollamiento sin lograrlo. Estos brazos contienen miles de millones de
estrellas y también gas y polvo. El gas y el polvo conforman las Nubes
Moleculares Gigantes. Estas nubes dan origen a las estrellas. Se llama nube
molecular porque contiene moléculas simples como el agua, otras más complejas
como el benceno y las hay con moléculas complejas como el cianotetraacetileno. La detección de estas
moléculas se realiza por medio de la Radioastronomía. Las nubes moleculares pueden tener dimensiones enormes; de
centenares de Unidades Astronómicas hasta algunos años luz de extensión. En
algún momento, una perturbación en el gas produce el inicio del mecanismo de
contracción nebular debido a la gravedad. La nube comienza a contraerse en un
camino sin retorno a la vez que aumenta su temperatura interna. El gas y el
polvo poseen otras propiedades físicas además de la masa. Una de ellas es el
campo magnético. Si existía en la nube difuminada antes de la contracción un
imperceptible campo magnético, éste no solo no se perderá sino que se irá
concentrando cada vez más conforme la nube se vaya encogiendo. En la Naturaleza
los campos magnéticos no pueden desaparecer, sólo pueden transferirse. Cuando
la nube obtuvo la densidad suficiente para comenzar a formar nuestro Sol, casi
todo el campo magnético estaba concentrado en nuestra futura estrella. Pero el
proceso continuó y de los restos no formados del Sol comenzó a formarse el
futuro Sistema Solar y así se transfirió a los futuros planetas parte del campo
magnético de la nube original. Se piensa que cuerpos menores como asteroides y
cometas también podrían tener un campo magnético propio. Los cometas son los
residuos vírgenes de la nube original y el estudio de su campo magnético nos
podría dar información de la Nube Molecular Gigante que dio origen a la vida y
finalmente a nosotros mismos.
Bienvenidos al 211º programa
de EL TERCER PLANETA
Y gracias por estar.
TITULARES
Referencias:
Los científicos llevan mucho
tiempo preguntándose si en las áridas zonas ecuatoriales de Marte, como el
cráter Gale por donde se mueve el rover Curiosity, es posible que exista agua
líquida, aunque sea de forma transitoria. Hasta ahora se pensaba que esto solo
podría ocurrir en latitudes más altas, menos secas, pero un nuevo estudio
basado en los datos de la estación ambiental REMS –de fabricación española– ha
encontrado evidencias de lo contrario.
Un estudio dirigido por el investigador Javier Martín-Torres, del
Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC-Universidad de Granada), y
publicado en Nature Geoscience, muestra que las condiciones ambientales medidas
en Gale son favorables para la formación de agua líquida transitoria en forma
de salmueras, concretamente en los primeros 5 cm del suelo y, sobre todo,
durante las noches del invierno marciano.Detrás de este fenómeno están los
percloratos, sales omnipresentes en la superficie marciana con la capacidad de
absorber vapor de agua ambiental para formar soluciones acuosas salinas o
salmueras. El fenómeno se conoce como delicuescencia, y se pensaba que solo
ocurría durante la primavera marciana –con más picos de vapor de agua
atmosférica– y lejos de las latitudes bajas.(Seguir leyendo)
De las cinco grandes extinciones masivas la mayor fue la del
Pérmico, hace 252 millones de años. Esta extinción, de proporciones
apocalípticas, casi barre la vida compleja de la Tierra al arrasar con más del
90% de las especies marinas y el 70% de las de tierra firme. La vida en el
planeta cambió completamente a raíz de este evento.
Mucho se ha investigado
sobre este fenómeno, algunos de cuyos resultados hemos publicado aquí. Se han
propuesto diversas ideas acerca de las causas de esta extinción masiva, desde
la desaparición de oxígeno de los océanos por el crecimiento de las zonas
muertas a la acción de microbios del metano. Ya en 2010 un estudio basado
en los isótopos de calcio de rocas de la época encontró que el océano se hizo
muy ácido justo al final del Pérmico. Además, está el asunto de las pruebas que
existen sobre unas erupciones volcánicas masivas en lo que hoy es Siberia. Poco a poco nos vamos
haciendo una idea de lo que ocurrió. Se sabe que la química oceánica cambió y
mucho, de manera similar a como lo estamos haciendo ahora. Debido a nuestras
emisiones de dióxido de carbono, fruto de la quema de combustibles fósiles, el
pH de los océanos ha caído un 0,1 unidades (recordemos que esta escala es
logarítmica) desde el comienzo de la revolución industrial. Así que quizás
podamos sacar lecciones del Pérmico. Todo empezó, al parecer, con esas
erupciones volcánicas masivas, que colocaron muchísimas toneladas de dióxido de
carbono en la atmósfera y de ahí este gas pasó al océano haciendo que los mares
se hicieran más ácidos. Un nuevo estudio ha encontrado más pruebas geológicas
sobre este cambio químico y calcula la velocidad a la que se produjo. Matthew
Clarkson y sus colaboradores calculan que en sólo 10.000 años el pH cayó en
picado. Un tiempo demasiado corto como para que las especies pudieran evolucionar
para así adaptarse a las nuevas condiciones. La novedad de este nuevo estudio
está en la medida más directa del pH de entonces basándose en isótopos de boro
de rocas de la época encontradas en lo que hoy son los Emiratos Árabes Unidos
(ver foto). El boro se da en dos formas en las aguas de los mares y sus
proporciones dependen de cómo de ácida o alcalina es el agua. Midiendo esas
proporciones de boro en rocas antiguas sedimentarias formadas en los mares de
la época se sabe, por tanto, la acidez de los mares entonces.
El 12 de octubre de 2017
está previsto que el asteroide 2012 TC4 pase tan cerca de la Tierra que podría
impactarla. Los astrónomos estimaron que su tamaño puede variar de 12 a 40
metros y que la probabilidad de que choque contra nuestro planeta es bastante
alta.
El meteorito que en febrero
de 2013 explotó sobre la ciudad rusa de Cheliábinsk y cuyos fragmentos fueron
hallados en el fondo del lago Chebarkul causó verdadero pánico en la zona, que
está relativamente poco poblada.El impacto del 2012 TC4 podría ser aún más
devastador. "Es algo de lo que debemos estar pendientes", dijo a astrowatch.net
Judit Györgyey-Ries, astrónoma del Observatorio McDonald de la Universidad de
Texas, en EE.UU. (Seguir Leyendo)
Fuente: JPL
Las mediciones realizadas
por Rosetta y Philae durante varios aterrizajes de la sonda en el cometa 67P /
Churyumov-Gerasimenko muestran que el núcleo del cometa no está magnetizado. El estudio de las
propiedades de un cometa puede proporcionar pistas sobre el papel que jugaron
los campos magnéticos en la formación de los cuerpos del Sistema Solar, hace
casi 4,6 millones de años. El Sistema Solar infantil era una vez nada más que
un disco giratorio de gas y polvo, pero, dentro de unos pocos millones de años,
el Sol se echó a la vida en el centro de este disco turbulento, con el material
sobrante de entrar en la formación de los asteroides, cometas, lunas y los
planetas.
El polvo contenía una
fracción apreciable de hierro, algunos de ellos en forma de magnetita. De
hecho, los granos milímetro de tamaño de los materiales magnéticos se han
encontrado en los meteoritos, con indicación de su presencia en los inicios del
Sistema Solar. Esto lleva a los científicos
a creer que los campos magnéticos de roscado a través del disco
proto-planetario podrían haber jugado un papel importante en el material en
movimiento alrededor de como empezó a agruparse para formar cuerpos más
grandes.
Pero aún no está claro en
cuanto a cómo los campos magnéticos cruciales eran más adelante en este proceso
de acreción, como los bloques de construcción crecieron a centímetros, metros y
luego a decenas de metros de diámetro, antes que la gravedad comenzó a dominar
cuando crecieron a cientos de metros y kilómetros en escala. (Seguir Leyendo)
"SOL, LUNA Y ESTRELLAS
" de Erhard Keppler, Biblioteca Científica Salvat.
La exploración de los
planetas se inició con el lanzamiento de sondas espaciales. Gracias a ellas se
pudieron describir las órbitas, las rotaciones y las estructuras internas de
los planetas.
Sol, lunas y planetas es una
clara, a la vez que rigurosa, exposición científica de los hechos que han
ocurrido, ocurren y probablemente ocurrirán en el Sistema Solar. El libro
describe también los meteoritos y los cometas, así como la composición y
funcionamiento del espacio interplanetario. El autor completa su obra con datos
cuantitativos y numerosas ilustraciones y gráficos. La lectura de este libro
proporciona unos conocimientos básicos a todos aquellos que, por encima de la
fascinación de las imágenes, quieren saber algo más sobre el Universo. Erhard
Keppel, nacido en Sindelfigen (Alemania) en 1930, es doctor en Ciencias
Naturales. Estudió física en Tubinga y en Gotinga. Fue director científico del
primer programa nacional de satélites AZUR. Ha dirigido varios programas de
naves de investigación espacial y ha desarrollado instrumentos de medición que
han sido instalados en numerosos satélites. En la actualidad es director
técnico del Max Planck intitut für Aeronomie de Lindau bei Gottingen
(Alemania).
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