sábado, 27 de agosto de 2011

PROGRAMA Nº64 26/08/2011

APERTURA

UN MODO DE PENSAR

Por Julio Guerrieri

La historia del hombre sobre la Tierra es apenas un relámpago en la noche. Comparado con la evolución del resto de la vida de plantas y animales, nosotros somos los últimos orejones del tarro que la evolución se encargó de extraer.

Hace seis millones de años que bajamos del árbol y aún pegamos un salto cuando nos asustamos de repente; tal y como ocurría cuando bajábamos a caminar por la sabana africana y los leones nos venían a cazar: saltábamos de nuevo al refugio verde. Pero nuestra curiosidad venció al miedo. Y tuvimos que erguirnos para mirar por sobre los pastos a los felinos. Nos acostumbramos. Nos gustaba hacerlo. Podíamos ir muy lejos más allá de las montañas.

Hace 65 millones de años que murieron los dinosaurios. Hace apenas 200 años no teníamos ni idea de esta historia. No conocíamos su existencia. No sabíamos sobre la gran aventura biológica que nos precedió en este planeta. Somos nuevitos y recién empezamos a estudiar los palotes del conocimiento prehistórico no con una herramienta divina, ó con una inteligencia sobrehumana, no, simplemente con un método que se llama CIENCIA.

Y lo bueno que tiene este método es que se autorregula a si mismo. A veces anda bien, a veces anda mal, pero siempre anda. El pensamiento de todos nuestros científicos actuales más el conocimiento heredado por todas las generaciones de científicos anteriores forman la CIENCIA. Parece algo intangible. Y si que lo es, sin embargo es lo mejor que tenemos.

Y pensar que si una roca más grande que el monte Everest no nos hubiese caído hace 65 millones de años, no podríamos estar contando ahora esta linda historia.

Bienvenidos al 64º programa de EL TERCER PLANETA.

Y gracias por estar.

OSERVAR EL CIELO A TRAVES DE LA RADIO

Estamos siguiendo a los cometas, aun no los pudimos encontrar en el cielo ya que tuvimos en el área de Bs.As Argentina malas condiciones climáticas.
Entre el 10 y el 16 de Septiembre el Elenin estará en magnitud visual, es decir sin instrumentos, aunque hay algunos informar que indican que incluso podría adquirir magnitudes que presentarían un excelente espectáculo agronómico.




EL TEMA:

Los plesiosaurios daban a luz a crias vivas

Estos reptiles marinos mesozoicos no ponían huevos y tenían un comportamiento más parecido al de los delfines que al de otros reptiles.

En el mundo de la paleontología los misterios pueden aparecer con cada fósil descubierto, aunque también pueden desaparecer de la misma forma. Entre estos misterios había uno que generaba un interesante debate entorno a los reptiles marinos mesozoicos, que gracias al análisis de unos restos fósiles ha podido aclararse un poco más.



Los plesiosaurios no podían salir del agua

El debate se centraba, y continúa centrándose, en la reproducción de los reptiles marinos de la Era Mesozoica. Existían ciertas evidencias que daban lugar a pensar en la posibilidad de que algunos de estos animales marinos no pusieran huevos, tal y como hacen los reptiles, sino que dieran a luz a las crias, de forma parecida a los mamíferos.

En el caso de los plesiosaurios, su morfología, con cuatro aletas como extremidades, impediría que salieran del agua para poner huevos e incubarlos en tierra.

Descubren un embrión de plesiosaurio

Ahora, el análisis de un fósil de hace unos 78 millones de años, encontrado en 1987 en Kansas (Estados Unidos), ha revelado que los plesiosaurios daban a luz a sus crias. El fósil es el de un plesiosaurio de la especie Polycotylus latippinus de unos 5 metros de longitud que, además, cuenta con una cria que se encuentra entre los huesos del plesiosaurio mayor.

Tan solo faltan algunas partes del cuello y la cabeza del ejemplar adulto, el que sería el plesiosaurio madre, por lo que el fósil se encuentra casi completo.

Mientras, el fósil del embrión de plesiosaurio supone una gran ayuda para determinar el desarrollo de estos animales. Este cuenta con una veintena de vertebras, los huesos de los hombros, costillas, caderas y aletas, lo cual da una idea de la importancia del fósil para entender a estos seres marinos que habitaron los mares de la Tierra al mismo tiempo que los dinosaurios caminaban por las superficies emergidas.

Los plesiosaurios daban a luz, no ponían huevos

Así, el fósil descubierto pone de manifiesto lo que antes solo se sospechaba. Además, el descubrimiento, recogido en la revista Science, ha ayudado a los expertos a realizar conjeturas sobre su comportamiento social, el cual se parecería más al de los delfines actuales.

Al parecer los plesiosaurios darían a luz a una única cria de gran tamaño, comparada con otros reptiles de tamaño similar, a la que los plesiosaurios cuidarían, de forma parecida a como lo hacen los delfines y ballenas actuales. Los expertos también apuntan a que los plesiosaurios se moverían en grupos, lo cual facilitaría el cuidado y supervivencia de las crias.

Los plesiosaurios se comportaban como los delfines

Los plesiosaurios tendrían, de esta forma, un comportamiento social más cercano al de los mamíferos marinos actuales y no al de los reptiles. Sin embargo, esto no quiere decir que fueran mamíferos, sino que ocuparían en los océanos un lugar similar al de los delfines actuales.

El fósil de plesiosaurio y su embrión se pueden ver en Los Ángeles
El fósil del plesiosaurio con el embrión forma parte de la colección en exposición en la nueva sala de los dinosaurios del Museo de Historia Natural de Los Ángeles, que cuenta con más de 300 fósiles y 20 montajes de dinosaurios y fósiles marinos completos.

Estos animales marinos mesozoicos poblaron en gran número los mares de la Tierra junto a multitud de especies hoy extintas. Los plesiosaurios desaparecieron junto a los dinosaurios y otras especies en la extinción del final del Cretácico y no se les conocen parientes cercanos vivos.

Fuente: Ciencia e Ingenieria: http://www.suite101.net/content/los-plesiosaurios-daban-a-luz-a-crias-vivas-a63706#ixzz1W6LAg2xU



EL LIBRO:

"HISTORIA DEL TIEMPO" de Stephen Hawking, Editorial Planeta, 250 págs.



Todas las cosas tienen su historia, pero que el mismo Tiempo la tenga, ya de por si es un título llamativo. Y lo es mucho más el contenido de la gran obra del profesor Hawking. En ella narra con un alto contenido didáctico los más importantes acontecimientos sucedidos en nuestro Universo, como el Big Bang y el futuro destino del Cosmos. Sin olvidar la física de partículas, rama de la Física que se entrelaza con la Astronomía, el autor nos muestra los distintos modelos cosmológicos que se estudian en la actualidad. Un libro de alta divulgación para el lector formado, pero accesible para mentes curiosas. El prólogo de otro grande como Carl Sagan, avizora un libro para no perdérselo.

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