sábado, 21 de marzo de 2015

PROGRAMA Nº207 20/03/2015

APERTURA

VIDA VIVA

Por: Julio A. Guerrieri

El 20 de julio de 1969 los astronautas de la misión Apolo 11 corroboraron como era de esperarse que la Luna era árida, polvorienta, caliente a la luz del Sol y completamente seca. Pero las cosas han cambiado desde entonces. El agua es el diluyente universal para todo tipo de compuesto químico. Y si este compuesto contiene carbono, mejor, porque los componentes pueden combinarse de muchas y variadas formas dando lugar a compuestos cada vez más complejos y promoviendo el escenario para el nacimiento de la vida. Claro que el agua debe estar en estado líquido para realizar estas complejidades. En estado sólido los compuestos no pueden combinarse y a altas temperaturas el vapor de agua es demasiado caliente y termina disociando a las moléculas. La Tierra es el lugar ideal porque a esta distancia del Sol la mayor parte del agua permanece líquida. Pero a la misma distancia de la Tierra pueden existir cometas con grandes cargas de agua, entre otras cosas, que también pueden originar el proceso de la vida. Hoy día, con los progresos tecnológicos de una gran cantidad de sondas y sensores a bordo de ellas, hemos podido detectar agua líquida en muchos otros lugares. En la misma Luna, en el fondo de sus cráteres polares podemos hallar buenas cantidades de agua congelada que permanece allí en una noche eterna dejada por el choque de cometas contra la superficie hace millones de años y alejada de la luz solar. Increíblemente, en el planeta Mercurio ocurre lo mismo. Marte es un caso especial. El planeta rojo arrancó su existencia con un mar que abarcaba casi toda su superficie, aunque no muy profundo, pero que se sospecha albergó vida microbiana en aquellos tiempos. En la actualidad, el agua en Marte está en los polos y existe alguna evidencia de agua debajo de su superficie. Pero en la actualidad, las reinas del espectáculo hídrico son las lunas de los planetas gaseosos. Es en ellas donde la posibilidad de encontrar vida se robustece día a día. Cada vez son más las que aparecen no solo con presencia de agua, sino con la existencia de verdaderos océanos. Cada vez son más grandes las expectativas para el gran descubrimiento, para saber que no somos los únicos, para encarar después la búsqueda de otras inteligencias y saber por fin que no estamos solos. Por ahora conformémonos con saber que donde hay agua, puede haber vida.

Bienvenidos al 207º programa de EL TERCER PLANETA


Y gracias por estar.

TITULARES



Referencias:

EM = Es Materia – NCYT = Noticia de la Ciencia y la Tecnología – BBCM = BBC Mundo – NEO = Neofronteras – CO = Conicet – CAD = Ciencia al Dia – ETN = Eso Top News – OBS = Observatorio – CX  = Ciencia Xataka – CN = Cosmos Noticias - MNP = Martín Navarro París (Corresponsalia de El Tercer Planeta) - RTSM= RT Sepa Mas.




Una microesfera de titanio que fue atrapada en un recogedor de muestras durante un vuelo estratosférico constituye un buen ejemplo de lo poco que se ha investigado la presencia de microorganismos y otro material biológico a gran altitud en la atmósfera, pero también ha generado ardientes controversias en torno al posible origen extraterrestre de parte de los restos biológicos de esa microesfera de titanio. Los autores principales del estudio en el que se ha llegado a la conclusión de la posible naturaleza alienígena de parte de ese material son dos profesores universitarios bien conocidos desde hace años por nadar a contracorriente de la inmensa mayoría de la comunidad científica y por emitir hipótesis a menudo tachadas de disparatadas por sus muchos detractores.
El vuelo de un globo científico en julio de 2013 a una altitud de entre 22 y 27 kilómetros por encima de Wakefield, West Yorkshire, Reino Unido, permitió la recogida de varios tipos de microorganismos, algunos de los cuales llevaron aparentemente a la formación de microcráteres por estar volando a una velocidad elevadísima. El globo, diseñado por Chris Rose y Alex Baker de la Universidad de Sheffield en el Reino Unido, fue lanzado cerca de Chester y transportó un dispositivo especial para recogida de muestras, que solo fue expuesto a la atmósfera cuando el globo alcanzó las citadas altitudes de entre 22 y 27 kilómetros. El globo aterrizó sin problemas e intacto cerca de Wakefield. Los científicos descubrieron después que habían capturado restos biológicos, incluyendo un fragmento de alga diatomea, procedente de la estratosfera, todos los cuales consideran que son demasiado grandes para provenir de la superficie de la Tierra. El trabajo experimental se realizó en la Universidad de Sheffield. En un caso, que es el más llamativo de todos, una esfera de 30 micrómetros de diámetro fue aislada y su análisis indica que en sus capas más exteriores está hecha mayormente de titanio (con pequeñas cantidades de vanadio). Se constató que la esfera de titanio contiene un material que los autores principales del estudio, Milton Wainwright, profesor en la Universidad de Sheffield, y Chandra Wickramasinghe, profesor en la Universidad de Buckingham en el Reino Unido, así como director del Centro de Astrobiología de esta universidad, creen que es de origen biológico. La alta velocidad aparente con la que la partícula se incrustó en el recogedor de muestras parece demostrar que no estaba flotando en el aire, levantada desde la superficie de la Tierra por la fuerza del viento u otras y arrastrada luego por las corrientes de aire, sino que procedía del espacio.(Seguir Leyendo)








Equinoccios y Solsticios









Fuente: Cientec


Las auroras de Ganímedes sugieren que tiene un océano subterráneo


 El telescopio espacial Hubble de la NASA ha encontrado la mejor evidencia hasta la fecha de la existencia de un océano de agua salada bajo la corteza de Ganímedes, la luna más grande de Júpiter. Este océano subterráneo podría tener más agua que toda la que hay en la superficie de la Tierra, según los cálculos de los científicos. El descubrimiento se ha efectuado al observar el movimiento balanceado de los dos auroras del satélite, con las que se pudo determinar que existe una gran cantidad de agua salada bajo su superficie y que está afectando también a su campo magnético.(Seguir Leyendo)

¿Océanos subterráneos unos bajo otros en Ganímedes?

Ya hace tiempo que se sospecha que Ganímedes, satélite de Júpiter y la luna más grande del sistema solar, tiene en su subsuelo un inmenso mar de agua líquida, como Europa, otra luna de Júpiter. Hasta ahora, se creía que el mar de Ganímedes estaría encapsulado entre tan solo dos capas de hielo, una arriba y otra en el fondo. Sin embargo, investigaciones recientes apuntan a que puede haber no uno, sino varios océanos en Ganímedes. Y, lo más asombroso, estos mares distintos lo serían no necesariamente por estar situados en latitudes y longitudes distintas, sino por estar a profundidades diferentes. En otras palabras, Ganímedes podría tener mantos de hielo y mares apilados en varias capas alternadas, como un sándwich de múltiples rebanadas de pan en vez de solo dos. (Seguir Leyendo)

Similitudes llamativas entre la geología de Ganímedes y la de la Tierra

Los procesos que dieron forma a las elevaciones y depresiones en la superficie de la luna helada Ganímedes de Júpiter parecen ser similares a procesos tectónicos vistos en la Tierra. Ésta es la conclusión a la que ha llegado un equipo de especialistas del Instituto de Investigación del Sudoeste (SwRI) en San Antonio de Texas, el Wheaton College en Illinois, el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California, y la empresa NuStar Energy LP, con sede en San Antonio de Texas, todas estas entidades en Estados Unidos. Para llegar a esta conclusión, el equipo de Danielle Wyrick, del SwRI, sometió modelos físicos hechos de arcilla a fuerzas de estiramiento que simulan la acción tectónica.(Seguir Leyendo)


"LA NUBE DE LA VIDA" de Fred Hoyle y Chandra Wikramasinghe, Colección Crítica, Editorial GriJalbo, 214 págs.

En el año 1978, el célebre Astrónomo británico Fred Hoyle junto a, en ese entonces su discípulo directo, Chandra Wikramasinghe presentaron el desarrollo completo de la controvertida Teoría de la Panspermia a través de esta obra. Hoyle, haciendo gala de sus dotes de escritor de cuentos de Ciencia Ficción rama que pocos conocían entonces, lleva al lector a través de un interesante camino de narración desde el origen del Sistema Solar, pasando por la formación de los planetas y el desarrollo de las condiciones iniciales necesarias para la aparición de la vida. 
Es aquí donde los autores comienzan con el modelo de la Panspermia. Un capítulo dedicado a la célula nos recuerda a los manuales de nuestra secundaria pero narrado con interés y emoción. Otro capítulo interesante se presenta cuando se muestran las moléculas halladas flotando en el espacio y otras encontradas de las cuales se dudaba de su existencia por la complejidad de las mismas. El estudio de las Condritas Carbonosas aporta un fuerte argumento en favor del modelo. En pocas palabras, la Panspermia propone el origen de la vida en el espacio exterior, tema que al día de hoy es discutido en favor y en contra en los círculos científicos. La obra de Hoyle y su colega, que en la actualidad continúa con experimentos para tratar de afianzar la teoría, es un libro imprescindible hoy a la luz de los nuevos argumentos en favor de la Panspermia que aparecieron por estos días en un congreso europeo. Excelente. JG



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