UNO ATRÁS DEL OTRO
Por: Julio A. Guerrieri
Desde niños aprendemos a contar. Primero con unos palotes
hasta que vamos entrenando la mano para tomar correctamente el lápiz. Después
vienen los números. Cosa difícil hacer que los demás nos entiendan los
garabatos arábigos sobre nuestro papel. Los números nos acompañan a lo largo de
nuestra vida. Al nacer lo hacemos en el quirófano número tal ó en la cama
número cual. Somos un número en el ámbito civil con el uso del documento de
identidad. Un número en el colegio con la numeración de nuestro orden
alfabético. Un número ante los centros de salud con nuestro número de seguro
social ó medicina privada. Un número en nuestra profesión a través de la
matrícula. Y hasta un número después de muertos en el panteón, pasillo ó
sepultura.
El homo sapiens ideó los números para sus propias necesidades.
Y del desarrollo de esos números nació la Matemática. El ser Humano cuando se
estableció en aldeas necesitó contar sus animales y saber cuántas cabras tenía.
Pero pronto supo que necesitaba ordenarlas en lugares adecuados para no
extraviarlas y poco después las separó del resto de los otros animales que
también tenía. La Matemática nació para contar, ordenar y clasificar las
necesidades del hombre primitivo.
Hoy en día los grandes ordenadores son capaces de recrear el
nacimiento del mismísimo Cosmos. Pero todas sus imágenes y análisis no son más
que largas filas de números.
Pero los números tienen otro encanto. Desde los antiguos
Sumerios hasta los matemáticos modernos, los números poseen cierto atractivo
para quienes buscan en ellos desde el desarrollo del porvenir hasta la razón de
la existencia del Universo.
Hay números muy famosos. Tanto que son inmortales tanto para
el análisis y el paso del tiempo. Los números pueden ser enteros, positivos,
negativos, fraccionarios y hasta imaginarios. El sentido del infinito puede
provenir de los números, entre otras cosas.
Hay números irracionales infinitos. PI es uno de ellos. El
número PI es en si mismo casi sinónimo del infinito. El mismo infinito no tiene
número, a pesar de que nosotros lo representamos, como un ocho acostado.
Bienvenidos al 146º programa de EL TERCER PLANETA
Y GRACIAS POR ESTAR.
Aparte del ritmo circadiano que regula muchas de nuestras
funciones biológicas y que está marcado por el Sol, ¿conservamos en nuestro
metabolismo una reliquia de un antiguo ritmo biológico circalunar?
El astro que mayor influencia biológica tiene sobre
la Tierra es obviamente el Sol. Sin embargo, la Luna también tiene un papel
significativo, aunque no resulte fundamental como el del Sol. Nuestro satélite
natural influye sobre la vida de la Tierra mediante las mareas y mediante la
luz solar que refleja hacia la Tierra. A lo largo de millones de años de
evolución, diversas especies vivas se han adaptado no sólo al ciclo día-noche
marcado por el Sol sino también al de las mareas y/o al de las fases lunares.
Existen ecosistemas regulados por las mareas, hábitos reproductivos que se
rigen por las fases lunares, y hasta depredadores nocturnos que se valen de la
luz de la Luna para dar caza a sus presas. (Seguir Leyendo)
Se ha descubierto un enorme acelerador de partículas natural
en el corazón de una de las regiones más peligrosas del espacio cercano a la
Tierra, una zona de partículas cargadas y de muy alta energía que rodea al
globo terráqueo, conocida como los Cinturones de Radiación de Van Allen.
El hallazgo se ha hecho gracias a las dos naves Van Allen,
de la NASA, dedicadas a estudiar los cinturones del mismo nombre. Estos
cinturones fueron descubiertos en 1958, y toman su nombre del de su descubridor,
James Van Allen.
OBSERVAR EL CIELO A TRAVES DE LA RADIO
COLORES DE LAS ESTRELLAS
Hoy en nuestra sección observacional proponemos verificar
los colores de las estrellas, para tal propósito utilizaremos el mejor y mas
grande laboratorio, nuestro universo.
En la constelación de la Cruz del Sur se observa en una
misma zona estrellas de diferentes colores y al estar cercanas una de otra desde nuestra visión, nos permite compara
una con otra. Esta constelación es casi en su totalidad circumpolar, puede
observarse durante todo el año en forma completa desde el hemisferio sur, pero
durante la estación invernal en esta zona tiene una mejor posición ya que se
encuentra a mayor altura sobre el horizonte.
Para completar lo expresado durante el programa les dejamos
un link a un trabajo del Dr. Guillermo Abramson basa su articulo sobre el color
de las estrellas justamente utilizando la Cruz del Sur
Buenos Cielos.....
Colores y temperatura
Por: Dr. Guillermo Abramson
Cualquiera que haya mirado con atención las estrellas habrá
notado que hay estrellas de distintos colores. Algunas son rojas, otras
anaranjadas, otras azules, otras blancas. Esos colores, que a simple vista
dejan alguna duda, se destacan bien al observar a través de un telescopio si
uno desenfoca un poco la imagen. En esta foto aparentemente fallida que mostré
hace algún tiempo se ve este efecto del desenfoque. ¿Reconocen la Cruz del Sur
y el Puntero? Se ve claramente que la estrella de la "cabeza" de la
Cruz es roja, y que la brillante del puntero es blanca, mientras que las demás
son azules. Esos colores son reales; las estrellas realmente son de colores.(Seguir Leyendo)
SECCION FLOTANTE
Hoy: El Tema:
Una curiosa propiedad del 123
Me gustan esos números que “atraen” a otros números después
de realizarles a estos últimos ciertas operaciones. Esos números que, casi como
por arte de magia, salen siempre como resultado de dichos cálculos. Números
como el 6174 (la constante de Kaprekar para números de cuatro cifras) o el
1089. Me encantan estos números, a los que cariñosamente llamo agujeros negros
por tragarse a esas cantidades de números y no dejarlos escapar. Hoy os voy a
mostrar una curiosa propiedad del número 123 que lo convierte en uno de esos
agujeros negros numéricos y que, por qué no, podría servir para introducir a
alumnos de secundaria en el maravilloso (pero complicado) mundo de las
demostraciones matemáticas.(Seguir Leyendo)
EL LIBRO
" DE LOS NÚMEROS Y SU HISTORIA" de Isaac Asimov,
Colección Muy Interesante, 280 págs.
La obra de Asimov se destaca por la calidad de su
comprensión. El nombre del título que podría asustar al lector no amigo de la
Matemática, no es impedimento alguno para sumergirse en un mundo donde el ser
Humano encuentra muchísimas razones para necesitar la existencia de los números
como interpretación de hechos é ideas. Las historias contadas como los tipos de
calendarios, desde los Babilonios hasta el actual Gregoriano con todas las
reformas que sufrieron, son altamente didácticos. El capítulo dedicado a los
grandes números, la pasión enfermiza de Asimov, no tiene desperdicio sobre todo
en la espléndida narración del origen del número Google, palabra tan conocida
mundialmente ahora. Un libro que ayuda a pensar lo difícil que sería el
desarrollo de nuestra civilización sin la existencia de los números. Excelente.
JG
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